13, 15 DE ENERO 1881 : LA DEFENSA DE LIMA EN SAN JUAN Y MIRAFLORES

Conmemorándose los hechos dolorosos de las Batallas de San Juan, Chorrillos y Miraflores este  13 y 15 de Enero, recordando la inmolación de miles de Reservistas del Perú con ocasión de los magros días de la invasión chilena; es para mi un momento de reflexión en una fecha que ya nadie quiere recordar y poco a poco esta perdiendo vigencia en las nuevas generaciones.  Tal vez es poco honorable recordar una derrota. “Pero mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados, pero nunca, doblemente nunca podríamos mirarles a los ojos y decirles que no nos atrevimos a pelear….”.
Alguna vez nos hemos preguntado        ¿Porque existe tanto desconocimiento  de nuestra historia?        ¿Porque se olvida los hechos nobles de nuestros soldados en la Guerra del Pacifico? Capaz obedece a que es natural y humano que eventos dolorosos uno los quiere olvidar. Si ese fuera el caso: ¿que le podemos decir a los padres, a los hijos, a los descendientes de quienes combatieron valerosamente cuando nuestro país fue agredido? Que nos olvidamos de ellos porque no ganaron la guerra? Mañana tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que fuimos derrotados, pero nunca podríamos mirarles a los ojos y decirles que no nos atrevimos a pelear. Debemos recordar que cada milímetro de tierra que nos arrebataron se fue con sangre. Nosotros tenemos nuestra propia guerra y lo mismo nos juzgaran nuestros hijos si no  nos atrevemos ahora a pelear  civilizadamente contra la corrupción, el desempleo masivo, el racismo, la pobreza en el país. “Los pueblos que olvidan sus tradiciones, el sacrificio de nuestros antepasados pierden la conciencia de su destino.” La guerra mostró lo bueno y lo malo que tenemos como país. Lo bueno: fue la nobleza de la gente común que  sin distinción de origen social, ni de edad, ni de  razas, respondió a la agresión con valentía. La unión de la esencia del pueblo mismo, que defendieron lo suyo, su familia, su hogar, su tierra y dieron lo único y mas valioso que poseían: su vida misma. Miles de nuestros hermanos no volvieron a sus hogares, pero su recuerdo quedara imperecedero en nuestra mente y corazón. Lo malo: es que el grupo de poder económico y polí­tico  que dirigía la guerra,  es el mismo grupo  que ha gobernado el país desde la independencia  hasta nuestros días , gobernando a espaldas del país, un centralismo que ha asfixiado el desarrollo de otras regiones y una marginación racial a los sectores mayoritarios de la población. Para mantener esta situación es necesario que haya ignorancia. Una prensa e historiadores que callan su vergüenza y resaltan las conveniencias, ensalza que Pierola realizo la transformación económica del Perú, pero se olvida que nos vendió a los chilenos y nos traiciono, dictando con sus acciones la sentencia de muerte a los defensores de nuestra tierra. Luego de la toma de Lima salio escondido hacia Chile donde ya se le tenia un sitio reservado en agradecimiento por los servicios prestados a Chile.Y luego tuvo la con...ciencia de volver a tomar el poder años mas tarde...que ironía de la vida... que una avenida principal lleve su nombre recordándonos que aquí se premia a los traidores.
El patriotismo se ha reducido a una ceremonia cívico-militar, como de saludo a la bandera y se acabó.  Patriotismo es mucho mas que recordar a los héroes que formaron la Nación, es desarrollar el civismo de la población, ser buenos ciudadanos responsables con nuestra vida política, geográfica y humana, es promover  nuestra  integración como país, es vivir en una sociedad con un ordenamiento de leyes solidas e iguales para todos , es desarrollar  el amor al progreso, en unir y no en dividir.   Muchos suben al morro solar y solo visitan el famoso Cristo de Alan, sin siquiera voltear la cabeza y darse cuenta que al costado existe un monumento que nos recuerda a ese soldado desconocido, con una placa recordatoria con el nombre de todos los oficiales fallecidos y en el ultimo párrafo se hace mención a los mas de 8 mil soldados muertos, sin nombre y desconocidos para la historia que siempre nos han contado. En la guerra del Pacífico el grupo de poder económico y polí­tico de la época,  recién se acordaron que necesitaban de los indí­genas de la sierra y los trajeron por millares a la defensa de Lima. Muy pocos de los soldados tenían la suerte de poseer botas o zapatos; unos cuantos usaban sandalias, pero muchos iban descalzos. Cada hombre cargaba munición para 100 tiros, además de una cantimplora de hojalata con capacidad para un cuarto de galón de agua y una manta enrollada alrededor de la cintura. Todos los implementos culinarios eran llevados por las esposas de los soldados, quienes también se ocupaban de ese tipo de tareas. Estas pobres mujeres o “rabonas”, como se les llamaba, merecen gran admiración por la manera infatigable como seguían a sus maridos, incluso en medio de las batallas, dedicándose sin acobardarse al cuidado de los heridos, sordas e indiferentes a las balas que volaban a su alrededor. ADRIANA DE VERNEUIL Esposa de Manuel Gonzáles Prada, escribió en sus memorias:” Mi Manuel” : “ Todo Lima se había vuelto un campamento donde venían a reunirse los indios reclutados en la sierra para formar batallones; arrastrando el paso, cansados antes de haber llegado ,daba lastima verlos pasar seguidos de sus pobres “ rabonas” tan inconscientes como ellos que fielmente los seguían hacia el matadero. Las gentes de Lima compadecidas, los animaban hablándoles- ¿ a que has venido? Les preguntaban- “ A matar chilenos, animal grandazo con sus botas” ...contestaban ingenuamente en su ignorancia de saber contra quien iban a batirse.” El Instituto de Estudios Históricos del Pacifico según su Director  ha recogido de los campos de batallas miles de cartas escritas por los soldados o por sus seres queridos. Una de estas cartas refleja el drama humano  de los combatientes, escrita por la hermana de un soldado: “…  De la Provincia de Huarochirí: “ ¡ Mi mamá te envío un saco de habas con Don Enrique...  mi mama esta muy triste y mi papa llorando. Dios quiera que salgas vivo de la batalla y tienes mi corazón contigo.                                                                                                                        Tu hermana.....” Nunca sabremos si este joven soldado  de Huarochirí sobrevivió a la Batalla, pero lo que si sabemos es que este 13 y 15 de Enero los recordamos  a  el y todos  los que vinieron de todas las regiones del país  a  participar en la  Batalla por Lima  y a los ocho mil que jamás retornaron a sus hogares. Siempre estarán en nuestros corazones.  Los Arenales de San Juan y de Chorrillos, son mudos testigos de lo que ocurrió con la Reserva de 1880; nos dejaron ese legado de amor y sacrificio en la defensa de nuestra amada Patria. Los Reservistas de hoy comprendemos que no solo basta tener el coraje y valor, sino hay que estar preparado física y militarmente, y sobre todo ¡Nunca mas la imprevisión! ¡Nunca mas ¡  “ Y como en San Juan , en el Morro Solar, en Chorrillos  y en los Reductos  de Miraflores, toda la Reserva unida bajo la sombra del soldado desconocido repitamos fuertemente:
¡HONOR Y GLORIA A LOS RESERVISTAS ….... DE AYER HOY Y SIEMPRE ¡   ¡VIVA LA RESERVA ACTIVA!  ¡VIVA EL PERU!  Redacción: Freddy Marquez V. Sec. Cultura - ARAFEP